martes, 27 de julio de 2010

HISTORIAS FANTÁSTICAS

Por: Mery Yarley Chaverra


Conocemos muchas obras plenas de aventuras maravillosas, de magia e imaginación insuperables como las Mil y una noches. Esta obra ha contribuido a consolidar el mito del mundo Árabe, de los genios de las botellas, de las ciudades encantadas o pobladas por los más extraños personajes. Los estudiantes del grado 11º después de leer un fragmento de esta magistral obra, perteneciente a la noche 314, al ciclo de los viajes de Simbad, el marino "la ciudad de los hombres pájaros", se dispuso a hacer un recorrido por ese mundo mágico lleno de seres irreales, creando sus propias historias basándose en la época medieval dándole vida a los viajeros, a los caballeros y cruzados de la época. De ésta experiencia resultaron trabajos muy significativos que creo son necesarios compartir con ustedes, pues éstos muestran el avance de cada uno de los estudiantes de este grado en el proceso de redacción. Espero les guste.

LAS ESTATUAS DE MÁRMOL

En el lejano continente africano estaba situado un pequeño país de nombre Constantin custodiado por grandes montañas. Era muy hermoso el paisaje que allí se divisaba. Nuestro viajero regresaba a casa después de estar ausente mucho tiempo. Era un gran viajero que recorría el planeta en busca de aventuras y nuevas culturas. Al entrar a su pueblo notó que no había una sola persona a su alrededor; rápidamentecorrió a su casa.
Al llegar, la puerta estaba totalmente asegurada la única forma de entrar fue utilizando su cadena que tenía una especie de llave como dige, al entrar se llevo una gran sorpresa, su esposa y sus hijos estaban convertidos en estatuas de mármol; desesperado no supo qué hacer y corrió a buscar ayuda. Lo que no sabía era que el resto de los aldeanos estaban en las mismas condiciones de su esposa.
En su caminata desenfrenada en busca de saber si el hechicero del pueblo aún se encontraba con vida para indagar porqué los pobladores estaban convertidos en estatuas, llegó hasta la gran mansión del hechicero, se sorprendió al ver que las puertas estaban abiertas y la mansión estaba abandonada, “a lo mejor lo presintió y huyó” -pensó el viajero- en la mansión observó unos pequeños seres, eran duendes, pero estos duendes tenían una particular cualidad, podían volar a pesar de estar ciegos. Los pequeños seres se le acercaron, y él temeroso suplicó: “no me hagan daño”, al instante escuchó una voz entrecortada y ronca que decía, no te haremos daño pero tú nos ayudaras a salvar el pueblo del encanto que le han arrojado los hombres de mármol.
Tu misión es ir al bosque, pelear con las bestias y traer una rosa negra y la levantaras a la primera luz del alba.
Así lo hizo, herido de muerte por la fuerte lucha que sostuvo con las bestias, llego al centro del pueblo, alzó la rosa, y el hechizo terminó.
Las personas agradecidas por tan valiente hazaña corrieron hacia él, ¡oh sorpresa! Cuando el pueblo llegó, se encontraron con el valiente hombre Convertido en estatua y con la rosa en la mano.

Autor: Wilber Arroyave Ríos


LA CIUDAD OSCURA

En un lugar no muy lejano todo se observaba oscuro, opaco y triste. Las personas no salían de sus hogares por temor de los elementales, unos seres que se tomaron la ciudad. Silisú, regresaba a la ciudad en horas de la noche y notó que la ciudad que había dejado años atrás ya no era la misma, Silisú era un joven viajero que recorría los grandes desiertos del mundo en busca de nuevos conocimientos y de las más exóticas serpientes del planeta para vendérselas a los mejores postores, vestía un lujoso traje árabe con sandalias y un gran turbante en su cabeza, en su mano colgaba una preciosa piedra que le regaló un sabio en su recorrido por el desierto. Su mirada se veía perdida en la oscuridad sin hallar luz alguna. Rápidamente se dirijo a la casa de sus padres los cuales recibieron alegres por su regreso y fue de gran felicidad su llegada , pues era un joven estudioso y trabajador de una gran calidad humana siempre dispuesto a ayudar a cualquiera que lo necesitara ; sus padres le narraron la horrible historia que explicaba todos los acontecimientos sucedidos en la ciudad, por él supo que los elementales eran criaturas formadas de cada uno de los elementos que existen en la tierra y no se sabían las circunstancias de su furia .
Silufina era una ciudad construida en oro. Plata y diamante ubicada al norte de Suecia, sus calles eran empedradas por diamantes, pero toda esta belleza fue opacada por aquellos seres, pero lo que nadie sabía es que los elementales eran hadas protectoras de la tierra y cuidaban de ella y antes no se sabía de su existencia. Al amanecer Silisú subió a la montaña Talasca allí pudo encontrar a estos seres y comunicarse con cada uno de ellos y les preguntó el por qué de su proceder, el elemento del fuego se manifestó diciendo: estoy cansado de que talen tanto los arboles y por ello hago grandes incendios , luego habló la ondina elemento correspondiente al agua, me estoy poniendo opaca por la contaminación en mis aguas y así sucesivamente el aire y la tierra expresaron su incomodidad por todo el daño que le hacen los seres humanos a su entorno. Eran seres muy pequeños y hermosos, los elementos del agua y el aire eran hadas de colores blanco y azul, el fuego y la tierra eran monos y duendes de grandes poderes mágicos y eran capaces de destruir la tierra en pocos días. Silisú quedó atónito por todo lo que sus oídos escucharon y ellos lo único que exigían era que los seres humanos de aquella ciudad cuidarán y valoraran más su naturaleza pues ya no sería la ciudad cubierta de oscuridad, sino el planeta entero. El joven decidió ayudarlos, bajó a la ciudad y habló con el alcalde poniéndolo al tanto de el porqué de los fuertes huracanes, vientos e incendios que aumentaban con el pasar de las horas, la ciudad se encontraba en pánico y la única solución era remediar todo lo malo que contaminaba el medio ambiente y no tardó mucho tiempo para que la ciudad se diera cuenta de su culpabilidad y tomara responsabilidades al respecto limpiando la ciudad de todo lo contaminante. Sus habitantes trabajaron día y noche para satisfacer a los elementales y así recuperar de nuevo su tranquilidad y la cotidianidad de antes. Los elementales al ver tal proceder decidieron parar con los desastres ocasionados por ellos y devolverles la tranquilidad; al atardecer la ciudad se llenó de una luz resplandeciente apareciendo en el cielo cada uno de los elementos con una alegría indescriptible en sus rostros desapareciendo en el ocaso del atardecer.

Autora: MARCELA ECHEVERRI RÍOS


COPA DE COLOR PÚRPURA


…Han pasado ya seis años…

Solo tengo recuerdos vagos e mi hogar, al cual abandone cuando sólo tenía diez y siete años, ahora con sed, me arrastro hasta las murallas de la ciudad imperial, donde espero que nada haya cambiado, pero, para mi desgracia, la ciudad ya no es la misma, pero antes de seguir me describiré un poco y explicaré mi precaria situación…

Mi nombre es Hikari, soy un ciudadano de la ciudad imperial de Shibusen, claro está, que dejó de ser una ciudad tranquila, cuando comenzaron los ataques de los conquistadores, y después de las guerras civiles, no tenía ocupaciones, era un estudiante común y que había terminado el instituto, pero como esos días era el reclutamiento militar, me escabullí para que no me hicieran soldado. ¿Que cómo me escapé? Pues fue algo fácil y sencillo, me uní a una caravana mercantil, ya que de desertor el futuro de una persona no pinta muy bien que digamos, pero igual, las malas acciones nunca quedan impunes, por lo que la suerte fue cruel conmigo, y me atrapó el bando al que mi ciudad estaba tratando de vencer, pero no tuve problemas para escapar de la extraña cloaca donde me retenían por la fuerza, sólo fue cuestión de que el guardia se descuidara y los maté a todos. Pero como consecuencia, quedé extremadamente exhausto y harapiento, sólo llevaba conmigo un hermoso talismán que me había regalado mi hermana menor, aunque ya sabía que no era en realidad mi hermana y la apreciaba más bien como mujer, puesto que era comprensiva dulce y hermosa, ella era una guerrera paladín de mi ciudad, le gustaba defender a los débiles por lo que se había enlistado un año atrás, y tenía deseos de verla, me apresuraba para llegar rápido, mis fuerzas flaquearon y caí en el medio del enorme desierto, cuando estaba a punto de morir un bello resplandor de luz salvó mi vida, y comprendí que era mi hermana que velaba por mí; de la nada salí en medio de una plaza pública, y me di cuenta que estaba en casa, entonces comencé a buscar a mi hermana sin una respuesta positiva, día tras día iba al parque a observar a la gente pasar, preguntaba a todos si la habían visto por ahí, nadie me ponía cuidado, y a pesar de todo seguía insistiendo, pero ya no la buscaba como mi hermana, si no, como mujer con el tiempo comprendí que en realidad, había desgastado tantos años junto a ella sin apreciar lo que tenía hasta que la perdí.

Hasta el sol de hoy no hay rastro de ella, y me niego a creer en la verdad irrefutable que ante mis ojos pasa. No volveré a verla jamás, y por eso beberé de este liquido purpura para tal vez asimilar sus labios, sólo me arrepiento de no haberle confesado mis sentimientos, y no haberle besado ni una sola vez esos labios carnosos del color de esta copa con veneno.

Autor: Daniel González Arrubla.


EL CIELO

Quienes conocemos su historia lo recordamos como un joven valeroso y aventurero portador de las mas grandiosas historias jamás escuchadas. Nuestra admiración hacia el crecía. Siempre estábamos ansiosos al escuchar sus relatos era casi imposible no recordarlo a un cuando en sus viajes se demoraba meses e incluso años su actitud era siempre la misma pareciese que los años no le pasaran su espíritu era siempre el mismo su miraba parecía un cristal donde se reflejaba cada cosa que veía, su traje en marcaba cuanta aristocracia; sus escarpines su morrión le daban ese toque de distinción. Recuerdo cada uno de sus gestos pero más recuerdo esa cajita dorada que siempre llevaba con el; al parecer era una brújula que por lo cierto era de las más extrañas que yo conocía, también llevaba un tirso una especie de cetro labrado con las mas hermosas joyas que el hombre no pudiese conocer.la ultima historia que le oímos redactar era algo extraordinario, fuera de lo común de los cuales pocos pueden descubrir la magia de los secretos; se acerco a nosotros como si jamás volviésemos haber y empezó a narrarnos : zarpé en las profundas aguas con mi mas fiel compañera goleta nos internamos en horizontes desconocidos de los cuales en mis otros viajes jamás hubiera descubierto nos internamos en las espesuras de una montaña éramos atraídos por una especie de imán que nos llevo hasta una puerta gigante que se abrió de par en par al ser atravesadas por un rayo de luz; fascinado por lo sucedido continúe con el camino cruce las puertas y con pasos firmes me interne en lo que pareciera un pueblo abandonado caía la tarde la noche se veía llegar me encontraba solo lleno de temores; intente salir corriendo al escuchar sonidos extraños que me atemorizaron tome la brújula para guiarme , pero sus agujas parecieron en lo quecer marcando a la vez todos los puntos cardinales dé repente vi aceres extraños atemorizados como si tuvieran prisa uno de ellos se me ha cerco como si intentara prevenirme de algo tomó mi mano y me llevo a un salón grande creo que era una especie de capilla. Para mas asombro allí se encontraba todo el pueblo reunido encerrados en 4 paredes de pronto se escucharon gritos escalofriantes, rasguños y golpes que me hicieron comprender que estábamos en peligro y aunque a un no comprendía por que estos seres me habían salvado la vida; no paso mucho tiempo para comprenderlo. Ya el alba retornaba y el silencio se hizo notar ala mañana los pude detallar con más claridad eran seres pequeños, tenían rasgos de humanos su piel era de todo tipo de colores y sus orejas eran largas y puntiagudas tenían ojos grandes y expresivos enmarcaban ternura alegría y humildad no comprendía su lengua y como si fuera una especie de don empecé a comprender sus palabras lo que al principio era un ruido que me a aturdía luego me llevo a comprender lo que me decían. Pedían mi ayuda, me contaron toda su historia y la de los guarsos seres malignos con cuerpos de leones y cabezas de águilas que en las noches aparecen para acabar con los sueños las alegrías y las esperanzas de ese pueblo y cuando lograban opacar sus pensamientos los dejaban en las sombras una especie de muerte .decidí ayudarlos y cuando la noche llego no sabia como atacarlos estaba indefenso enfrentándome solo a mis temores abri las puertas y estas fieras sedientas de espíritu nos atacaban violentamente tomaban mis mejores recuerdos intentaron dejar mi mente en sombras me sentí triste por no poder ayudar a mis amigos culpable por acabar con sus vidas y mientras pensaba esto mi tirso dio destellos hermosos luces radiantes que para mi sorpresa hacían brillar amis amigos sus pieles brillaron tanto que la oscuridad se desapareció y solo quedaba una danza de colores que jamás podre explicar la luz brillo por siempre y de los guarzos se encuentran atados ala luz allí comprendí que estaba mi hogar y que mi vida a penas empezaba. Cuando termino su relato nos miro con aprecio tomo de sus bolsillos su mas preciado tesoro y en puño en mis manos su brújula indicándome el camino para llegar a el y luego zarpo de nuevo en su goleta y nunca volvimos a saber de el, creo que se fue al pueblo oculto por el cual muchas veces hemos pasado muchos se emergen en la soledad y se encierran en un cuarto oscuro sin buscar la salida asus problemas y se quedan allí en ese sueño profundo, otro buscan las salidas cuando ven la luz de la esperanza por eso creo que el lugar del cual hablaba nuestro amigo es el cielo a donde van los sueños las alegrías los triunfos donde todo puede hacerse realidad donde la luz domina la oscuridad. Ahora yo poseo el mapa y necesito las llaves para abrir las puertas de ese pueblo misterioso.

Autora: Leidy Johanna Arroyave Ríos

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